
Licenciatura y/o especialidad:
Licenciaatura como Médico Cirujano
Especialidad en Medicina (Epidemiología)
Universidad:
Universidad de Guanajuato / Universidad Nacional Autónoma de México
Institución para la que labora:
Dirección General de Epidemiología
Cargo:
Médico Especialista en Epidemiología
Correo electrónico:
benjamin.gonzalez.epi@outlook.com
Experto en:
Epidemiología de campo
Trayectoria
- ¿Cómo nació su interés en los animales ponzoñosos?: Comenzó durante las prácticas clínicas en el pregrado, rotando en el Hospital General de León, Gto., el cual recibía en todas las guardias un significativo número de pacientes por picadura de alacrán. Recuerdo que entre mis compañeros de generación el récord de una jornada fue de 70 pacientes atendidos por picadura de alacrán. Posteriormente, durante mi Servicio Social, al atender casos de IPPA, mordeduras de araña y picaduras por abejas en unidades de primer nivel, fue evidente la necesidad de profundizar mi conocimiento sobre los efectos de las lesiones por animales ponzoñosos y cómo prevenirlas.
- ¿Cuáles son sus expectativas trabajando con animales ponzoñosos y/o las intoxicaciones que estos generan? Mejorar el conocimiento sobre la distribución de animales ponzoñosos y la presentación de casos de IPAA en México, fortaleciendo la vigilancia epidemiológica.
- ¿Cómo fue su primer acercamiento con animales ponzoñosos y/o las intoxicaciones que estos generan? Mi primera experiencia con animales ponzoñosos fue a los 11 o 12 años cuando mi papá sufrió una picadura de abeja mientras iba manejando un tráiler, hasta ese momento no sabíamos que él era alérgico. Recuerdo ayudarle a retirar el aguijón con unas pequeñas pinzas que traía en su caja de herramientas, acción que hoy sería debatible.
- ¿Ha sido usted picado o mordido por algún animal ponzoñoso? En caso de que la respuesta sea correcta, ¿nos podría relatar su experiencia? Sí, justo durante mi servicio social en un municipio del sur de Guanajuato. Ya había visto algunos casos de IPPA en la comunidad, y era cuidadoso de revisar siempre mi calzado antes de ponérmelo. Lamentablemente, el único día que decidí no hacerlo por ir tarde al Centro de Salud, me encuentro con un alacrán al interior de mi zapato, el cual inevitablemente me picó en el primer dedo del pie, por fortuna no fue de gravedad.