Tengo 20 años trabajando en el área de epidemiología hospitalaria. Hace 20 años se presentaban casos de pacientes con mordeduras de víbora que evolucionaban muy tórpidamente presentando complicaciones y por lo tanto larga estancia hospitalaria, por lo que nació el interés de cómo brindarles una mejor atención a estos pacientes. Iniciando un año después el contacto con los expertos de SILANES y el Dr. Alfredo Luis Chávez Haro, quienes nos capacitaron y apoyaron al principio con faboterápicos, mismos que el área médica tenía miedo de usar en un principio debido a las probables reacciones adversas, las cuales hasta el día de hoy no se han notificado. Día a día se incrementa el uso correcto de aplicación de los faboterápicos Aracmyn, Alacramyn, y antiviperino.